Moda: Madame Morte, madame Morte
Moda: Io sono la Moda. Mia Sorella.
Morte: Mia sorella?
Moda: Sí: non ti Ricordi che tutte e due siamo nate della Caducità?
G. Leopardi, Dialogo della moda e della morte
Significativos versos para comenzar, sin duda, este homenaje. Palabras concisas y exactas que demuestran, sino resumen, el comienzo de una andadura semiótica, la mía. No en vano, y como primera imagen reproducida, la ‘Medusa’ de Botticelli ha sido personalmente representada no hace más de una semana, y no por su cautiva imagen o historia, sino por su inexplicable fugacidad.
Poniendo especial hincapié y, siempre, recordando la importancia de los pronombres. Son tus palabras, textos y enseñanzas el recuerdo que viajará siempre con nosotros. Supongo que ahora viajas en esa leve frontera lotmaniana entre el nosotros y ellos, o simplemente -y quizás- estés siendo el secreto de ese ser y parecer [1] Pues como -no hace mucho- exponías «en el conjunto de las preposiciones en español, (…) hay una que, me arriesgo a decir, ocupa un papel especialmente relevante en las definiciones de la situación actual. Me refiero a entre, que independientemente de los distintos significados que puedan adoptar ‘denota la situación o estado en medio de dos o más cosas o acciones»[2] y no hay duda de que en medio de esta situación estás ENTRE el todo. Un todo infinito que -como cuando citabas a Leopardi [3]- representa la manifestación del espacio e indican la existencia de algo.
“Sempre caro mi fu quest’ermo colle
E questa siepe, che da tanta parte
Dell’ultimo orizzonte il guardo esclude.
Ma sedento e mirando, interminati
Spzi di là da quella, e sovrumani
Silenzi, e profondissima quiette.”
G. Leopardi, l’infinito
Y tras el infinito la metáfora del laberinto que puede cobre, en estos tiempos, más realidad que nunca ‘la metáfora absoluta’ -dices- pues nos encontramos perdidos sabiendo la entrada, pero ignorando la salida. No sé, quizás con tu relación al Delphos de Fortuny eso -y esto- no sea más que “un pliegue, siempre del Barroco, que no sugiere ni continuidad, ni discontinuidad sino la no discontinuidad. Y con una temporalidad marcada: lo intempestivo.” [4]
Quizás descifrar este texto, como estos últimos años, sea un código de honor, orgullo y cariño con el que seguir andando en zapatos de tacón, o en zapatillas; mostrando lo que deje cada máscara; siempre mirando y observando de la mano de esta metodología. Porque citándote -y nunca por última vez- “como enseña la semiótica y demuestran tantas narraciones lo que no tiene fin no tiene sentido”. [5]
Gracias Jorge, nos encontraremos en la frontera.

[1] Lozano, J. ‘Lo que parece y no es’. Disponible en: https://gescsemiotica.com/lo-que-parece-y-no-es-jorge-lozano/
[2] Lozano, J. ‘Entre’. Disponible en: https://gescsemiotica.com/entre-jorge-lozano/
[3] Lozano, J. ‘Infinito’. Disponible en: https://gescsemiotica.com/infinito-jorge-lozano/
[4] Lozano, J. ‘La metáfora del infinito’. Disponible en: https://gescsemiotica.com/la-metafora-del-laberinto-jorge-lozano/
[5] Lozano, J. ‘El fin de todas las cosas’. Disponible en: https://gescsemiotica.com/el-fin-de-todas-las-cosas-jorge-lozano/
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